TERMÓMETROS DE GAS.
El termómetro de gas a volumen constante se
compone de una ampolla con gas (helio, hidrógeno o nitrógeno, según la
gama de temperaturas deseada) y un manómetro medidor
de la presión. Se pone la
ampolla del gas en el ambiente cuya temperatura hay que medir, y se ajusta
entonces la columna de mercurio (manómetro) que está en conexión con la
ampolla, para darle un volumen fijo al gas de la ampolla. La altura de la
columna de mercurio indica la presión del gas. A partir de ella se puede
calcular la temperatura.
En un termómetro de gas de volumen constante
el volumen del hidrógeno que hay en una ampolla metálica se mantiene constante
levantando o bajando un depósito. La altura del mercurio del barómetro se
ajusta entonces hasta que toca justo el indicador superior, la diferencia de
los niveles (h) indica entonces la presión del gas y, a su través, su temperatura.
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